La imagen corporativa de una empresa es uno de sus intangibles más valiosos, porque concentra tanto el primer impacto que recibe una persona, como las impresiones y expectativas que genera una empresa antes de haber probado sus productos o servicios.
La imagen corporativa de una empresa se compone de:
- Misión, visión, valores, filosofía y propósito
- Tono, estilo y discurso
- Nombre de la empresa o naming
- Sistema de Identidad Visual Corporativa
Todas estas piezas del puzzle deben estar orientadas a ofrecer un mismo mensaje, una interpretación clara y coherente de qué es y cómo es una empresa, pero también debe determinar qué no es una empresa.
La parte conceptual define el alma
La misión, visión, valores, filosofía, etc. sirven para generar el alma de la entidad, determinar cómo quiere ser, hacia donde se orientará, cómo quiere crecer y desarrollarse.
Este parte es fundamental para entender qué hace a la empresa única y qué está dispuesta a ofrecer a su público.
También servirá para determinar qué no es, donde no debe poner el foco y ser capaz de trascender las modas pasajeras y ofrecer un proyecto moldeable pero con objetivos futuros.
El cómo vuelve única a una empresa
El tono, el estilo y el discurso servirán para definir cómo una empresa se dirige a sus públicos. La voz de una empresa incluye cómo habla, si abraza lo local o da el salto a lo internacional, si es juvenil, serio o técnica.
Pensemos un momento en las grandes marcas, todas ellas han definido una forma de hablar que incluye lo visual y lo textual. Coca Cola centra su discurso en la felicidad, Apple nos ofrece tecnología puntera bajo una capa de sencillez e intuición, Mercedes ofrece la distinción del lujo y Nike habla de romper barreras.
Definir el cómo hablaremos, con qué tono, con qué estilo y sobre qué cuestiones facilita entender la personalidad de una empresa. Conociendo esto, todos las expresiones de la marca, desde el nombre del marca, el logotipo, hasta las campañas publicitarias o el packaging estarán orientados a lanzar un mismo mensaje.
El nombre debe facilitar el recuerdo
El naming de una empresa u organización debe ayudar a potenciar el concepto y el recuerdo.
Parece una obviedad, pero no poder nombrar correctamente a una empresa es punto débil que puede limitar el éxito de una empresa.
La denominación debe resultar eufónica, debe sonar bien, pero además debe facilitar el recuerdo y estar preparada para abordar los mercados objetivos. Es crucial para una marca local que salta al mercado nacional o internacional , cuestionarse si su denominación funcionará bien.
Si tu empresa presenta problemas con su denominación, porque es de difícil pronunciación, porque está sujeta a problemas de interpretación su imagen corporativa se verá debilitada.
Sistema de identidad visual corporativo
En esta denominación incluimos tanto el logotipo, como el lenguaje gráfico asociado, los soportes comerciales e internos, la señalética, el packaging, etc.
El logotipo es la unidad más sintética de todo el sistema de identidad visual corporativo, funciona como un sello de propiedad, una rúbrica. Pero, además de este elemento, los colores, las formas, la tipografía, la iconografía y una línea visual definida ayudan a construir una identidad corporativa sólida.
Cada vez que una persona se enfrenta a un entorno, un producto, un servicio o un soporte de una empresa debe reconocer a la marca a la que pertenece de forma casi intuitiva.
De esta forma, automáticamente los valores y características de la marca se transfieren a ese soporte. No por arte de magia, sino por la confianza y coherencia que se ha trabajado durante años.
Una sillita de auto para bebés de una marca líder entre vehículos de lujo será percibida como una silla segura por la solidez de su identidad corporativa. Este es un claro ejemplo de cómo una imagen corporativa positiva ayuda al crecimiento del negocio.
Una identidad corporativa bien construida facilita:
- El reconocimiento y el recuerdo de la marca. Lo que facilita la penetración en la mente del potencial consumidor o consumidora, y una distinción frente a competidores.
- La percepción de un estándar de calidad que se transfiere a nuevos productos y/o servicios, y facilita la diversificación de la cartera.
- La maximización del impacto ante cada soporte por su reconocimiento como parte de un todo.
- El incremento de la familiaridad ante soportes o entornos de nueva creación.
- La diferenciación frente a competidores. Existen sectores donde todas las empresas competidoras son muy similares entre sí, estro provoca que con frecuencia se adquieran productos y servicios por la baja distinción.
- La simplificación de un mensaje único mejora la comprensión y conexión con el público objetivo.
- El aunar la experiencia de usuario en entornos digitales y analógicos. Que en muchas ocasiones aparecen desconectados por no responder a una imagen de la empresa cohecionada.
